En momentos de tu vida las conversaciones con ciertas
personas pueden dejarte sin palabras, de alguna manera abren tu mente
enseñándote un pasado que te hará ver tu futuro, introduciendo información en
tu cabeza como si tu cabeza fuese el disco duro de un ordenador incapaz de
procesarla … Nací ajeno a todo en los 90, fui producto del producto del cambio,
soñé no crecer con Peter Pan y llore viendo morir al padre del Rey león, busqué
princesas lejos de cuentos, rompí promesas, olvide besos, escribí algunos
versos. Crecí creyéndolo saber todo, con la certeza de que controlaba mi
alrededor, mientras el amor de una madre me protegía de lo crudo y asqueroso
que puede llegar a ser el mundo exterior… Nací en los 90, fui producto del
producto del cambio, inmerso en burbujas de ladrillo, yo no quiero verme sin
nada en los bolsillos, hoy soy parte del cambio.
Aparecimos de casualidad en este mundo en los 90, somos
parte de la generación Y, vagos, holgazanes, sin espíritu de trabajo, sin
instinto de superación, apáticos… Bebemos en calles a pleno día, volvemos a
casa de madrugada cansados y colocados… hemos sido blancos de las mayores
estupideces de los últimos tiempos, la sociedad pierde valores a ritmo
constante, como un grifo que gotea, y nosotros somos los culpables…
¡A la mierda! He visto más sabiduría en parques de madrugada que en oficinas de políticos a pleno día, decidiendo que una mujer no puede abortar aun sabiendo que su hijo va a sufrir durante el poco tiempo que consiga sobrevivir, ¿Quién coño eres para prohibirle a una persona acabar con su sufrimiento voluntariamente? Deberíamos llegar al mundo si nuestros padres lo quieran e irnos cuando lo creamos conveniente.
Llevamos demasiado tiempo aguantando demasiadas cosas “por
nuestro bien” sin darnos cuenta de que “Crisis” significa cambio, “coyuntura
de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable,
sujeta a evolución” para ser mas exactos, nosotros decidimos si esto cambia
para bien, o cambia para peor , se están
pasando por el forro nuestros derechos utilizando el miedo, el miedo a que todo
esto empeore, miedo a perder el trabajo y miedo a que no haya pan, pero no son
el mesías que viene a salvarnos, solo están ahí para enriquecerse y favorecer a
los suyos, pero esto se acaba aquí, no podemos seguir mirando como se rien en
nuestra cara.
Llevo una hora divagando y nací en los 90, pero no soy
gilipollas. ¿Y tu?
Hr.
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