miércoles, 17 de abril de 2013

Es nuestro, es justo, nos pertenece y no vais a quitárnoslo. (III)


Los valores éticos y morales son los que deben guiar nuestra conducta, y no las imposiciones de una economía creada por el hombre para someter al hombre. Si conocemos las mentiras del libre mercado y el modus operandi del neoliberalismo globalizado al que nos empujan sin remedio, digamos NO, acabemos con la dictadura de los hombres de negro que vienen hoy a robarnos el bienestar de mañana, pues ellos no son nadie para privarnos de nuestro futuro, somos la base, somos mayoría, somos capaces.
En la vida todo llega, y ojala no sea así, pero a mí personalmente no me gustaría que llegase el día en que me arrepintiese de no haber actuado a tiempo, de haberme quedado en el sofá, viendo cómo se cometían injusticias a diario sin levantarme y decir: “No, por aquí no paso, esto es mío, es nuestro, es justo, nos pertenece, y no vais a quitárnoslo.”

No nos quedemos quietos, impávidos ante esta nueva realidad, y si nos cierran puertas, abramos ventanas y derribemos tabiques, pues, si bien nos están quitando derechos y recortando libertades, cuando nos quiten las ganas y la posibilidad de luchar, ya no nos quedará nada. Y no seremos nosotros, sino los que han de venir, los que tendrán que recuperar lo que nosotros perdimos, cuando lo cierto, es que somos nosotros los que tenemos que garantizar el bienestar de quienes vengan por detrás. Yo no quiero formar parte de la generación que dejó que les robasen todo lo que tenían, sino de la que lucho por conservarlo.

Hr.

jueves, 11 de abril de 2013

Es nuestro, es justo, nos pertenece y no vais a quitárnoslo. (II)


Ya es suficiente, llevamos demasiado tiempo callados y cruzando los dedos para que no nos pase a nosotros, sin darnos cuenta de que ya nos ha pasado. Sin darnos cuenta de que si ayer vieron a por el vecino del 5º y hoy a por el del 2º, mañana pueden venir a por nosotros.

¿Hasta cuándo vamos a seguir pensando que la crisis culpa nuestra, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? ¿Cuándo abriremos los ojos y seremos conscientes de que el sistema no funciona?

Llegados a este punto solo nos quedan dos opciones: O nos doblegamos ante la injusticia y la tiranía del mercado global, de las instituciones ilegitimas como el FMI o el Banco Mundial; o nos unimos en la lucha por la justicia, la democracia y la libertad. Todo se reduce a si preferimos quedarnos sentados, sin hacer mucho ruido, temerosos y engañados, o nos quitamos la venda y no dejamos que especulen con nuestro futuro, que nos priven de una sanidad y una educación decentes, que no nos empobrezcan aún más únicamente para engordar su cuenta de beneficios.

De nosotros depende hoy, ahora, en este momento, echar a perder todo lo que se ha ganado en los últimos doscientos años, o decir basta, y hacer temblar la cima de la pirámide desde los cimientos del subsuelo. No dejemos que nos engañen, no dejemos que enturbien un futuro que de por sí ya es gris y gritemos hasta que el eco de nuestras voces, retumbe en sus cabezas...


Hr.

domingo, 10 de marzo de 2013

Es nuestro, es justo, nos pertenece y no vais a quitárnoslo. (I)


   Hemos sido educados para creer que el poder de la pirámide está en la cima, y no es así. La cima de la pirámide está ahí porque la base la está sosteniendo, nosotros somos la base y estamos sosteniendo esto. Y quien está en la cima es consciente de ello, y reza porque no nos demos cuenta, tiene miedo de que descubramos que somos nosotros quien cargamos con el peso.

   Y por ello luchan a diario, se esfuerzan en dejar corrido el velo sobre unas consciencias dormidas que temen perder lo que tienen, y están ganando.  Ganan porque nos escondemos detrás del miedo, toman ventaja en una lucha que tienen perdida de antemano por la estupidez de quien, sabiendo lo que es suyo, no lo toma, la pasividad de saberse superiores en número y aun así seguir temiendo.

   Pero ellos, los que están allá arriba, son plenamente conscientes de que son unos pocos, y que dependen de la base de la pirámide,  y ya lo tienen todo, pero buscan más, sabedores de que si levantan la presión, su negocio se derrumba. Si sabes que el peso del edificio está soportado por los cimientos, y sabes que esos cimientos pueden fallar, te esfuerzas en reforzarlos, en asegurarte de que no fallen. Y eso están haciendo, a través de mentiras y de falsedades, especulando con nuestro miedo a perder nuestro trabajo, nuestras casas, jugando con las cartas del egoísmo y el conformismo que en los últimos tiempos, o quizá siempre, ha caracterizado a gran parte de la raza humana.

   Y lo llamo egoísmo, porque miles de personas, ya no tienen miedo a perder su casa ni su trabajo, porque ya lo han hecho, ya les han echado a la calle los bancos a los que nuestro gobierno rescata con nuestro dinero. Y el siguiente paso que darán será privarles de sanidad o educación por no poder pagarla. Y seguimos parados, sentados en el sofá, leyendo en los periódicos o viendo en los informativos como cada día se desahucia a familias enteras de sus casas, incapaces de pagar los intereses abusivos de una hipoteca después de haber perdido su trabajo, sin darnos cuenta de que sin nuestro consentimiento la conformidad no podrá sobrevivir.

Hr.